viernes, 18 de marzo de 2011

DEFENSA DE VIOLETA PARRA


Dulce vecina de la verde selva
Huésped eterno del abril florido
Grande enemiga de la zarzamora
Violeta Parra.

Jardinera
locera
costurera
Bailarina del agua transparente
Árbol lleno de pájaros cantores
Violeta Parra.

Has recorrido toda la comarca
Desenterrando cántaros de greda
Y liberando pájaros cautivos
Entre las ramas.

Preocupada siempre de los otros
Cuando no del sobrino
de la tía
Cuándo vas a acordarte de ti misma
Viola piadosa.

Tu dolor es un círculo infinito
Que no comienza ni termina nunca
Pero tú te sobrepones a todo
Viola admirable.

Cuando se trata de bailar la cueca
De tu guitarra no se libra nadie
Hasta los muertos salen a bailar
Cueca valseada.

Cueca de la Batalla de Maipú
Cueca del Hundimiento del Angamos
Cueca del Terremoto de Chillán
Todas las cosas.

Ni bandurria
ni tenca
ni zorzal
Ni codorniza libre ni cautiva

solamente tú
tres veces tú
Ave del paraíso terrenal.

Charagüilla gaviota de agua dulce
Todos los adjetivos se hacen pocos
Todos los sustantivos se hacen pocos
Para nombrarte.

Poesía
pintura
agricultura
Todo lo haces a las mil maravillas
Sin el menor esfuerzo
Como quien se bebe una copa de vino.

Pero los secretarios no te quieren
Y te cierran la puerta de tu casa
Y te declaran la guerra a muerte
Viola doliente.

Porque tú no te vistes de payaso
Porque tú no te compras ni te vendes
Porque hablas la lengua de la tierra
Viola chilensis.

¡Porque tú los aclaras en el acto!

Cómo van a quererte
me pregunto
Cuando son unos tristes funcionarios
Grises como las piedras del desierto
¿No te parece?

En cambio tú
Violeta de los Andes
Flor de la cordillera de la costa
Eres un manantial inagotable
De vida humana.

Tu corazón se abre cuando quiere
Tu voluntad se cierra cuando quiere
Y tu salud navega cuando quiere
Aguas arriba!

Basta que tú los llames por sus nombres
Para que los colores y las formas
Se levanten y anden como Lázaro
En cuerpo y alma.

¡Nadie puede quejarse cuando tú
Cantas a media voz o cuando gritas
Como si te estuvieran degollando
Viola volcánica!

Lo que tiene que hacer el auditor
Es guardar un silencio religioso
Porque tu canto sabe adónde va
Perfectamente.

Rayos son los que salen de tu voz
Hacia los cuatro puntos cardinales
Vendimiadora ardiente de ojos negros
Violeta Parra.

Se te acusa de esto y de lo otro
Yo te conozco y digo quién eres
¡Oh corderillo disfrazado de lobo!
Violeta Parra.

Yo te conozco bien
hermana vieja
Norte y sur del país atormentado
Valparaíso hundido para arriba
¡Isla de Pascua!

Sacristana cuyaca de Andacollo
Tejedora a palillo y a bolillo
Arregladora vieja de angelitos
Violeta Parra.
Los veteranos del Setenta y nueve
Lloran cuando te oyen sollozar
En el abismo de la noche oscura
¡Lámpara a sangre!

Cocinera
niñera
lavandera
Niña de mano
todos los oficios
Todos los arreboles del crepúsculo
Viola funebris.

Yo no sé qué decir en esta hora
La cabeza me da vueltas y vueltas
Como si hubiera bebido cicuta
Hermana mía.

Dónde voy a encontrar otra Violeta
Aunque recorra campos y ciudades
O me quede sentado en el jardín
Como un inválido.

Para verte mejor cierro los ojos
Y retrocedo a los días felices
¿Sabes lo que estoy viendo?
Tu delantal estampado de maqui.

Tu delantal estampado de maqui
¡Río Cautín!
¡Lautaro!
¡Villa Alegre!
¡Año mil novecientos veintisiete
Violeta Parra!
Pero yo no confío en las palabras
¿Por qué no te levantas de la tumba
A cantar
a bailar
a navegar
En tu guitarra?

Cántame una canción inolvidable
Una canción que no termine nunca
Una canción no más
una canción
Es lo que pido.

Qué te cuesta mujer árbol florido
Álzate en cuerpo y alma del sepulcro
Y haz estallar las piedras con tu voz
Violeta Parra

Esto es lo que quería decirte
Continúa tejiendo tus alambres
Tus ponchos araucanos
Tus cantaritos de Quinchamalí
Continúa puliendo noche y día
Tus toromiros de madera sagrada
Sin aflicción
sin lágrimas inútiles
O si quieres con lágrimas ardientes
Y recuerda que eres
Un corderillo disfrazado de lobo.

Nicanor

3 comentarios:

  1. VIOLETA PARRA SIGUE VIGENTE A CUATRO DÉCADAS DE SU PARTIDA
    La autora del inmortal tema “Gracias a la vida”, canción que la hizo famosa mundialmente, falleció un 5 de febrero de 1967. Igualmente, este año se celebra un siglo de su nacimiento. Hoy se le recuerda con gratitud: la presencia de Violeta perdura en el tiempo.



    Por Annemarie Balde Loosli
    __________________________

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  2. Violeta Parra
    (1917-1967)

    Cantautora chilena nacida en San Carlos, en 1917. Empieza a componer a muy tierna edad y, a partir de 1952, inicia un recorrido por zonas rurales de Chile grabando y recopilando música folklórica. Experimenta también con la cerámica, la pintura y la tapicería, y su obra es exhibida en el Museo del Louvre, en París.

    Se quita la vida el 5 de febrero de 1967, luego de haber compuesto su tema más profundo “Gracias a la vida”.

    SANTIAGO (Chile), 4 de Febrero 2007.- De la prolífica cantante se ha dicho que sabía vivir “sin límites ni prejuicios” y “disfrutar con intensidad aquellos momentos de felicidad”. Violeta Parra creaba sus temas intuitivamente, expresando todos sus estados anímicos: rabia, placer, amor, sufrimiento, depresiones y odio. Las letras de sus canciones prácticamente no se corregían; salían de su boca a su guitarra.

    “GRACIAS A LA VIDA”
    ___________________

    El domingo 5 de febrero de 1967, la cantautora se despidió de su familia, a la que dejó un disco, su testamento musical, “Gracias a la vida”, tema que la hizo mundialmente famosa. Luego la folklorista, recopiladora y artista visual, se disparó un tiro en la sien en su carpa de La Reina, poniendo fin a sus atormentados días.

    La Biblioteca de Santiago le rindió un emotivo homenaje a Violeta Parra, exhibiendo el documental “Viola Chilensis”, de Luis Vera. Este lunes 5, día de su aniversario, se homenajeará a la cantante con un acto a las 11:00 horas en el Cementerio General de Santiago.

    Y a partir de mayo, se mostrará otra fase de la cantautora con la exhibición de sus arpilleras, pinturas y trabajos en papel maché. Esta muestra se ofrecerá al público en el Centro Cultural Palacio La Moneda, como un homenaje a los 100 años de su nacimiento, fecha que prefieren recordar sus parientes y no la de su muerte, como señaló Ángel Parra, uno de sus hijos, continuador de la tradición musical folklórica de la gran Violeta.

    QUIEBRE AMOROSO
    _________________

    Violeta Parra sufrió una gran depresión tras su ruptura amorosa con Gilbert Favre, su gran amor traído de París, Francia, donde la cantante vivió algunos años. Trató de recomponer la relación viajando a Bolivia, pero todo fue en vano. En sus últimas canciones ella expone nítidamente el sufrimiento que padecía por su quiebre amoroso.

    A comienzos de los años 60 llegó a Chile el uruguayo Alberto Jiménez, más conocido como Alberto Zapicán, quien se había vinculado brevemente al movimiento guerrillero “Tupamaros”. Llegó a la carpa de La Reina en busca de trabajo, donde actuaba la folklorista.

    Allí vivió, en una pieza detrás de la carpa. Trabajó para ella reparando y manteniendo la carpa y le prestó una importante compañía que ayudó a Violeta a sobrellevar sus frecuentes depresiones. Él tocaba bombo y trataba de cantar. En una ocasión en que Violeta lo escuchó, lo invitó a unirse a ella en el canto.

    Así formaron un dúo, inédito hasta el momento para ambos. Violeta compuso “Pupila de águila”, inspirada en la falta de libertad que sufrió el uruguayo por algún tiempo en su país. Luego compuso “El Albertío”.

    Alberto Zapicán después del suicidio de la cantante volvió a Uruguay, donde aún vive en las cercanías de Montevideo. Cuenta que la vida de la artista fue siempre difícil, pues tocó muchas puertas, “las que nunca se abrieron” Ella lo único que deseaba era divulgar la cultura tradicional chilena a nivel nacional. Quiso realizar un documental mostrando todas las regiones de Chile y presentarlo como un espectáculo con danzas en vivo.

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  3. Pero ningún ente estatal la atendió, ni la entendió, menos la escuchó o apoyó en su idea, lo que la hizo caer en una depresión aún mayor. Todo esto, más su fallido amor, fueron precipitando en su cabeza la idea de la muerte, la que se encargó ella misma de ejecutar, originando una pérdida irrecuperable para Chile y la familia folklórica internacional.

    “Gracias a la vida” ha sido sin duda una de sus canciones más traducida e interpretada en todos los rincones del mundo.

    GRACIAS A LA VIDA

    Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
    Me dió dos luceros que, cuando los abro,
    perfecto distingo lo negro del blanco,
    y en el alto cielo su fondo estrellado,
    y en las multitudes el hombre que yo amo.

    Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
    Me ha dado el oído, que en todo su ancho
    graba noche y día; grillos y canarios.
    martillos, turbinas, chubascos
    y la voz tan tierna de mi enamorado.

    Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
    Me ha dado el sonido y ell abecedario,
    con el las palabras que pienso y declaro:
    madre, amigo, hermano y luz, alumbrando
    la ruta del alma del que estoy amando.

    Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
    Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
    con ellos anduve ciudades y charcos,
    playas y desiertos, montañas y llanos,
    y la casa tuya, tu calle y tu patio.

    Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
    Me dió el corazón, que agita su marco
    cuando miro el fruto del cerebro humano,
    cuando miro el bueno tan lejos del malo,
    cuando miro el fondo de tus ojos claros.

    Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
    Me ha dado la risa y me ha dado ell llanto;
    así yo distingo dicha de quebranto,
    los dos materiales que forman mi canto
    y el canto de ustedes, que es el mismo canto,
    y el canto de todos, que es mi propio canto.

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